domingo, 23 de noviembre de 2008

Una tijera bajo mi almohada


Estábamos en la finca de Pichi. Todos en el mismo cuarto viendo Lords of Dogtown. Yo estaba en la cama donde había dormido Katherine; Katherine estaba en otra cama con Andrea y Pichi; Román yacía en la cama al lado mío. De repente, entró al cuarto un chico guapo que se acostó a mi lado y, en un intento por arreglarnos para estar más cómodos, sacó de debajo de mi almohada, que no era mía en realidad sino de Katherine, una tijera; grande, filosa y de mango negro ¡Mierda! ¿qué hace esta vaina aquí? ¡qué peligro! Yo me reí. En ese cuarto todos estaban tan locos que encontrar una tijera debajo de alguna almohada parecía hasta tener sentido. Y de hecho lo tenía. Resulta pues, que la noche anterior, después de los últimos shots de ron que le robamos a Ejías, capataz de la finca (y cuyo verdadero nombre es Hermenegildo); después de una pelea de almohadas con las luces apagadas y después de que decidí ir a mi cuarto a dormir, Román le dijo a Katherine: Si guardas esto bajo tu almohada, soñarás con tijeras. Y así fue. Katherine soñó que Pichi se cortaba su larga y hermosa cabellera. Soñó que, cual Sanzón contemporáneo, renunciaba a toda su fuerza y sexappeal cercenando su más preciada fuente de energía. Fue bastante gracioso que soñara eso y más gracioso aún fue ver a Pichi, recién levantado y todavía etílico, tocarse el cabello con ojos angustiosos mientras que Katherine nos echaba el cuento. El creía que el relato era real, pero al sentir sus rizos intactos en sus manos recobró la cordura; la misma que había perdido la noche anterior al encunetarse en la autopista nueva de Higuerote, que por cierto aún no está abierta al público. Si, todo eso fue bien divertido, y el episodio de la tijera, bastante extraño. Me pregunto si funcionará con cualquier objeto; tengo varias amigas y amigos que de saber esto seguro dormirían con un dildo bajo su almohada. Yo esta noche empezaré con lo de la tijera; me da curiosidad ver a Pichi sin pelo.

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