
Si las respuestas a mis preguntas estuvieran a la vuelta de la esquina, ya la esquina no sería esquina. Fuera más bien como una zona de tolerancia donde putas, drogadictos y viciosos varios, convivieran en una armonía de anime; armonía precaria. No hay armonia en esta sociedad amenazada constantemente por el caos irreversible.
Todos buscamos respuestas y todos somos vulnerables
Todos somos putas, drogadictos y viciosos varios.
Sabiendo que puta es quien ama, droga es remedio y vicio es existir.
Las putas, drogadictas y viciosas son iguales a las amorosas hipocodríacas que diariamente recorren los pasillos de Farmatodo rellenando su carrito con q-tips, antiácidos, crema anti-arrugas y pruebas de embarazo.
En este mundo ya no hay esquinas y todos somos vulnerables.
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